Misahuallí el encanto amazónico que espera tu visita
En el corazón de la Amazonia ecuatoriana. Misahuallí deslumbra a cualquiera con su exuberante naturaleza la cual incluye una rica cultura que brinda experiencias únicas como los famosos gusanos comestibles y monos capuchinos.


Otro de los atractivos destacados son los centros de rescate de animales, donde los visitantes pueden aprender sobre los esfuerzos de conservación y rehabilitación de especies amenazadas. Estos centros no solo educan sobre la importancia de proteger la biodiversidad, sino que también permiten interactuar de manera responsable con la fauna local.

El crecimiento del turismo ha traído consigo beneficios económicos significativos para Misahuallí y sus alrededores. Muchos habitantes han encontrado en el turismo una fuente de ingresos sostenible, ya sea a través de la creación de alojamientos, restaurantes o la oferta de tours guiados. Sin embargo, también ha planteado desafíos relacionados con la preservación del entorno natural y cultural.
Para garantizar que el turismo sea una actividad sostenible, se han implementado iniciativas que promueven el ecoturismo y la educación ambiental. Los proyectos comunitarios han sido fundamentales para involucrar a los residentes en la conservación de su patrimonio y en la gestión de los recursos turísticos de manera responsable. Se puede observar a los hombres de la comunidad caminando con serpientes gigantescas en sus hombros. Sólo se paga 1 a 2 dólares por la oportunidad de tomarse una foto con uno de estos animales.

El mejor mirador esta ubicado en el Shipati Lodge. Este cuenta con 3 miradores donde se puede observar la gran vegetación amazónica y su río. Otros miradores que valen la pena visitar son el Mirador 3 Comunidades y el Mirador "El Ceibo". La entrada a estos miradores es de $2 por persona.
También en el oriente ecuatoriano es común encontrar chocolate. Una de las actividades que se realizan en la agricultura amazónica es cosechar, tostar, moler y obviamente degustar este dulce.
Misahuallí es mucho más que un destino turístico; es un lugar donde la naturaleza y la cultura se entrelazan para ofrecer una experiencia única a quienes lo visitan. Su encanto radica no solo en sus paisajes y actividades, sino también en las historias y tradiciones de quienes lo habitan. Para quienes buscan un viaje que combine aventura, aprendizaje y conexión con la naturaleza, Misahuallí es el destino ideal.
Misahuallí, un rincón fascinante en la región amazónica del Ecuador, se ha consolidado como un destino turístico único por su belleza natural, rica cultura y experiencias inolvidables que ofrece a quienes lo visitan.
Este pequeño pueblo, ubicado en la provincia de Napo, es un verdadero tesoro que combina la majestuosidad de la selva con el calor humano de sus habitantes.
A lo largo de los últimos años, su popularidad ha crecido entre turistas nacionales e internacionales que buscan explorar un entorno lleno de biodiversidad y tradiciones como los que posee solo Ecuador.
Uno de los mayores atractivos de Misahuallí es su privilegiada ubicación en la Amazonía ecuatoriana, una de las regiones más biodiversas del planeta. El paisaje está compuesto por extensos ríos, densos bosques tropicales y una variada fauna que incluye especies como monos capuchinos, entre otros animales exóticos.
En Misahuallí, es común observar monos capuchinos deambulando libremente por el malecón, lo que se ha convertido en una de las experiencias más memorables para los visitantes ya que suelen ser muy traviesos, llevandose las pertenencias de las personas. Además, los recorridos en canoa por el río Napo son una actividad imperdible, ya que permiten a los turistas adentrarse en la selva y conectar con la naturaleza de una manera íntima respetando el ambiente. Durante estas travesías, los guías locales comparten historias y conocimientos sobre las especies de flora y fauna que habitan en la región.
Cultura y tradiciones vivas
Misahuallí también destaca por ser un espacio donde la cultura indígena se mantiene viva y se comparte con orgullo. Las comunidades kichwas de los alrededores abren sus puertas a los visitantes para mostrar sus costumbres, danzas tradicionales, artesanías y ceremonias ancestrales. Estas experiencias no solo enriquecen el conocimiento de los turistas, sino que también contribuyen a preservar el patrimonio cultural de la región.
Un elemento destacado de la cultura local es la gastronomía. Platos como el maito de pescado, preparado con hojas de bijao, y los chontacuros, gusanos comestibles que se sirven asados o en sopas los cuales tienen precio de $2.50 son ejemplos de cómo la cocina amazónica combina sabores auténticos con tradiciones milenarias. Probar estos alimentos no solo es una aventura culinaria, sino también una forma de comprender la relación de los habitantes con su entorno natural.
Actividades para todos los gustos
Misahuallí ofrece muchas actividades que se adaptan a diferentes intereses. Los más aventureros pueden optar por caminatas en la selva, rafting en los ríos cercanos o visitas a cascadas escondidas. Por otro lado, quienes buscan relajarse pueden disfrutar de playas fluviales o simplemente contemplar los paisajes desde el malecón.

¿Por qué el nombre de Misahuallí?
Cuentan que en un inicio, no existía cura párroco, debían traerlo desde el Tena, a celebrar misas por la noche; por la falta de energía se utilizaba cera o espelma que la llamaban "hualli", desde entonces los pobladores dieron el nombre de Misahuallí a la "misa con velas". También se dice que hualli, significa "troncos", los que traía abundantemente el río cuando crecía.
